Adaptación


   Las adaptaciones a las que se ve sujeto este deporte para facilitar su práctica y disfrute son varias.

   En primer lugar, se buscó cuál de todas las modalidades de pilota valenciana era más fácil de practicar en función de la adaptación. Se decidió adecuar a las características de los jugadores la modalidad de Raspall por ser la más cómoda aunque, a pesar de ello, siguen existiendo ciertas dificultades a las que sus jugadores tienen que hacer frente. Un claro ejemplo es la silla; los jugadores normalmente practican el deporte con sillas adaptadas a otros deportes como el básquet y con ello, la distancia y el contacto mano-pilota se hace más difícil. De lo contrario, si se utilizara una silla convencional para jugar la dificultad sería aún mayor porque el propio peso del jugador y la inestabilidad de la silla imposibilitarían el golpe e incluso podría provocar la caída del pilotari. La posibilidad de adaptar una silla explícitamente para este deporte es un proyecto necesario con ciertas perspectivas de futuro. 

    Otros obstáculos necesarios de adaptar con los que se encuentran los jugador derivan de la técnica para golpear la pelota, ya que hay ciertos golpeos que no son posibles (como el de “bragueta”) y juegan normalmente la pelota arrás de suelo, la raspada, al primer y segundo bote o “carxot o volea”, si bien la pelota viene por el aire. Algunas dificultades, más difíciles de adaptar, puesto que no están en su mano son la disponibilidad para realizar entrenamiento o las barreras arquitectónicas, fruto de la antigüedad de ciertos trinquetes con entradas pequeñas, escaleras… No obstante, estos obstáculos no frenan las ganas de jugar de nuestros protagonistas.

  La pilota valenciana adaptada no tiene un reglamento establecido todavía. Siguiendo las reglas del Raspall, mantienen su esencia de juego directo y van adecuando y pactando los cambios en función de las necesidades que nuestros cinco jugadores creen convenientes a lo largo de los entrenamientos. 

   El saque, la forma de hacer los tantos y el marcador no varían en el Raspall adaptado. Cabe destacar las únicas dos modificaciones que nuestros jugadores han realizado hasta el momento: la primera de ellas consiste en que cuando la pelota bota y toca la pared pueden o bien darle “al aire” o dejando un bote; en segundo lugar, estaría la adaptación relacionada con la silla de ruedas, si esta es tocada involuntariamente, se para la pelota, lo que se conoce como "pelota parada", y al igual que cuando se queda parada en las escaleras del trinquet, se vuelve a poner en juego con la mano no hábil.
    
    Por otro lado, algunos materiales también están adaptados, como la pelota, la cual necesita que tenga un mayor bote y además que sea más lenta. Se han tomado algunas medidas como realizar los entrenamientos con pelotas de tenis forradas pero el resultado no ha sido el esperado, aunque son conscientes que con la mejora de la técnica empezarán a utilizar pelotas suministradas por la Federación de Pilota Valenciana. Las instalaciones también necesitan ser adaptadas, con puertas grandes y buena accesibilidad pero no siempre es posible. Por ello, buscan entrenar en sitios que les aporten cierta facilidad para acceder como es el trinquet de Xiriveia. En cuanto al resto de materiales, como son la vestimenta o las protecciones, son las mismas y a diferencia del “Raspall de pie”, como ellos lo llaman, nuestros jugadores sí que pueden utilizar pantalón largo.

    Tanto el juego de pilota valenciana adaptada como cualquier otro deporte, les aporta aquello que más ansían las personas con algún tipo de minusvalía: la autonomía. Las  personas con discapacidad encuentran en el deporte, como no podía ser de otra manera, una inmejorable oportunidad para crecer, mejorar su nivel y como se ha dicho anteriormente desarrollar su autonomía personal. Además, formar parte de un grupo, mejorar sus prestaciones motrices, saborear el esfuerzo y sus recompensas, aumentan su autoestima y su afán de ser competente.

   La actividad deportiva de nuestros protagonistas es aún bastante limitada debido a los problemas que han surgido para realizar entrenamientos, sobre todo por temas burocráticos. Afortunadamente este conflicto está resuelto y por ello se realiza un entrenamiento cada 15 días. 
   
     En cuanto a las partidas, cada año se realizan más, siendo estas normalmente exhibiciones antes de grandes partidas con la finalidad de hacerse un hueco y darse a conocer en el panorama deportivo de nuestra comunidad. Normalmente, tanto en los entrenamientos como en las demostraciones y partidas, realizan duelos en función de los jugadores disponibles, ya que no siempre las circunstancias permiten reunirlos a todos. Por otra parte, también se han realizado intercambios con el colectivo de pelota vasca y se ha organizado un Torneo Internacional de Raspall Adaptat al carrer en Xiriveia. A medida que pasa el tiempo, este deporte adaptado va teniendo más peso en el mundo de la pilota valenciana, fruto del apoyo de los profesionales y de la federación, pero sobre todo del esfuerzo, la constancia y la valentía de estos pilotaris



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