Historia


   Todos los deportes vienen relacionados con la idea estética o de físico. Valorar algunas aptitudes como la flexibilidad, la habilidad, la rapidez, la destreza y el estilo son algunas de las principales finalidades a la hora de visualizar, practicar o evaluar cierta disciplina deportiva. 

   A lo largo de la historia de la Humanidad y sobre todo durante la época griega, el deporte venía ligado al culto al cuerpo. Se buscaban deportistas con cuerpos atléticos y estéticamente perfectos que cumplieran con el canon de belleza establecido. Pero no hace tanto tiempo, un hecho histórico golpeó a la humanidad entera, La Segunda Guerra Mundial. Fue entonces cuando se introdujo el deporte para todas aquellas personas heridas a modo de rehabilitación. Nace así el deporte adaptado. Adaptar un juego o un deporte significa adecuarlo a las necesidades y las posibilidades de aquellos a quienes se adapta. Lo fundamental aquí es respetar la filosofía y la esencia del juego o deporte en cuestión, haciéndolo accesible y practicable a personas que necesitan algunas adaptaciones dadas a sus singulares características. 

   Un deportista con discapacidad, independientemente de la limitación que pueda presentar, es ante todo una persona que practica deporte, con todo lo que supone: esfuerzo de superación, adquisición de valores y actitudes, participación en los entrenamientos, aprendizaje de habilidades motrices y de tácticas, desarrollo de las cualidades cognitivas y físicas, además de los aspectos socioafectivos. 

   Si fusionamos nuestro deporte autóctono con el deporte adaptado encontramos  la pelota valenciana en silla de ruedas y con ella, a cinco jugadores, ejemplo de fiereza indomable de la voluntad humana contra las limitaciones de la discapacidad física. La iniciativa surgió de la Universidad Católica y la Universitat de València que, bajo el proyecto de crear una adaptación de nuestro juego autóctono, unió hace cinco años, a estos deportistas. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario